Para trabajar de forma segura con componentes electrostáticamente sensibles es fundamental instalar un área de protección electrostática claramente marcada, así como adoptar una serie de medidas técnicas y organizativas para evitar la acumulación de descargas electrostáticas para poder reducir significativamente el riesgo de daños por ESD.
El libro blanco explica la necesidad de separar de forma segura la EPA de las zonas circundantes y muestra aspectos claves para garantizar que todo el equipo utilizado disipe de forma fiable las descargas electrostáticas.